DÍA 7: Sábado
La ley del “dharma”
A Puedes sacar el mayor
provecho de la ley del “Dharma” al comprometerte a servir a los demás a través de tu expresión creativa
única, sin importar cuál sea su forma. Cuando lo haces, todo el campo de
potencialidad pura se abre para ti. Eres capaz de crear toda la
felicidad y abundancia que quieras porque estás en armonía
con el dominio del espíritu, del que fluye toda creación.
“Tu
cuerpo no puede sanar sin juego. Tu mente no puede sanar sin risas. Tu alma no
puede sanar sin alegría”. –Catherine Fenwick
Risa
La mayoría de nosotros nos hemos
sentido estancados, atrapados en las preocupaciones, o incapaces de ver una
salida a una circunstancia difícil. Entonces, hablamos con un buen amigo, vemos
una película divertida, o nos toma por sorpresa un comentario que hace que nos
desternillemos de risa. De repente, nos sentimos más ligeros y nos recuerdan
que hay más de una forma de ver una situación. La risa cambia nuestra
perspectiva y abre nuevas posibilidades. Nos permite salir de nuestro estado
temporal y tocar el campo de la percepción ilimitada y eterna.
El espíritu es desenfadado por
naturaleza y se ríe con facilidad. A través de la risa, cambiamos nuestra
referencia interna del ego al espíritu, liberando al mismo tiempo el miedo y
despertando a la verdad de que todo se está desarrollando para nuestro máximo
bienestar, incluso cuando no siempre podemos ver cómo.
Existe una verdad en el conocido dicho
de que la risa es la mejor medicina. La risa reduce el estrés, estimula el
sistema inmunitario, aumenta nuestra tolerancia al dolor, y alivia la depresión
y la ansiedad.
Invita a la risa a estar más presente en tu vida hoy y date permiso de
cometer actos espontáneos de tontería, dicha, y desenfado.
Lo que yo entiendo de esto:
Todos sabemos o
escuchamos hablar alguna vez que la risa es la mejor medicina y este es un
principio interesante porque realmente cuando pasamos por un momento difícil o
nos encontramos mal de salud, es generalmente lo último que tenemos presente, y
probablemente pensemos que son los momentos menos indicados para reírnos, sin
embargo, y lo digo porque puedo dar fe de ello, ¡ayuda mucho!, reír de verdad
es lo mejor, sonreír en un día malo puede mejorar tú día y hasta el de alguien
más, reír cuando te sientes enfermo, triste o derrotado puede levantarte muchísimo
el ánimo y por consecuencia sanaras más pronto y superaras cualquier problema
más fácil y con tu mente más clara, inténtalo, de verdad que es una acción simple
pero casi mágica.
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