27.2.18

No sé


Peleamos constantemente y me duele demasiado, no duele la discusión, no duelen las palabras más que el sentimiento de no ser suficiente.

No ser suficientemente bueno, suficientemente inteligente para ver las cosas desde el punto de vista que otros lo ven, suficientemente dura para actuar de la manera que se supone que debería.

Toda mi vida he sufrido el rechazo de las personas más cercanas a mí en algún momento del camino, no puedo con la idea de hacer sentir a alguien de la misma manera que me hacían sentir a mi cada que intentaba hacer amigos, he pecado de inocente más de 1 millón de veces, lo aceptó y de igual manera es inevitable que sienta que me rechazas ahora que has descubierto que no soy la persona perfecta que creías, que te enamoraste de un fantasma, de la fachada de un hada que término convertido en elfo salvaje y el mundo de cuento de hadas perfecto va desintegrándose poco a poco, dejando solo destrucción y soledad, tristeza y ese vacío incómodo que sientes cuando tienes la necesidad de llorar y te obligas a ser fuerte.

No sé cómo salir de esta situación, no sé cómo recuperarte, no sé cómo hacerte entender que el amor que siento y que sé que sientes es más grande que cualquier problema en el mundo, que nuestro amor es tan grande como no habrá nunca un amor y que jamás ha habido ni habrá una traición entre nosotros.

No sé cómo hacerme entender que no necesitas contener tus emociones dentro para ser fuerte, que las personas fuertes también lloran, también ríen a carcajadas y lloran a grito abierto, que es más valiente derramar una lagrima sincera que una sonrisa fingida.

Yo sé que todos quieren un cuento de hadas, una historia perfecta y feliz, donde nunca hay problemas, donde todo es de colores, la gente siempre canta y el aire huele flores, pero a veces no todo es perfecto, y la verdad es que tenemos que disfrutar la lluvia también, el olor a tormenta y los días nublados, el cantar canciones tristes, llorar, derrumbarte, levantarte de nuevo, hay que aprender a soltar el pasado, bueno o malo, vivir el presente,  no tenemos que evitar los problemas, tenemos que aprender de ellos, guardarlos en el pasado y seguir adelante, de las heridas también brotan flores, solo hay que saber superar el invierno.

No sé dónde vamos a estar en un futuro, no sé qué pasa por tu cabeza justo ahora, ni se si voy a poder recuperarte, pero mientras haya la esperanza de tener una vida futura, yo la quiero contigo y no me voy a rendir.

11.2.18

Felicidad es... (Carta)


Felicidad es leer tu mensaje de buenos días por la mañana y saber que has pensado en mí al despertar.

Felicidad es escuchar tu voz cada noche hasta que alguno de los dos caiga dormido.

Es despertar en la madrugada y escucharte dormir, saber que estas conmigo.

Felicidad es escucharte contarme lo que hay en tu mente, ver el brillo en tus ojos al hablar de algo que te gusta, observar tu sonrisa de satisfacción cuando algo resulta como planeabas.

Felicidad es ese sentimiento de que todo es posible cada vez que te abrazo. Quedarme con el olor de tu perfume en mi ropa después de un día contigo.

Felicidad es releer nuestras conversaciones y volver a sentir el universo de emociones que solo tú me haces sentir.

Felicidad es reír contigo hasta llorar.

Felicidad es verte sonreír, esa sonrisa que me llena el alma de alegría.

Felicidad eres tú.

Felicidad es tenerte en mi vida.

Nos encontramos - Carta


Creo yo que en más de alguna ocasión he comentado esto y estoy segura de que lo he pensado al menos mil veces cuando estamos juntos, amo la naturalidad que hay entre nosotros.

Alguna vez leí que los budistas dicen que cuando conoces a tu alma gemela no te sientes agitado o nervioso, todo lo que puedes sentir es paz porque tu alma y la de esa persona ya han estado juntas en otras vidas y entonces solo se reconocen, cuando yo te conocí sentí en mí que por fin podía ser yo misma, sabía que no tenía que pretender para impresionarte ni fingir ser alguien más, algo dentro de mí se removió y sabía que podía estar cómoda contigo.

Más tarde, me descubrí a mí misma hablándote en la madrugada de todas las locuras y conspiraciones del universo que siempre creaba en mi mente y nunca compartí con nadie más, me encontré buscando con ansias la oportunidad de contarte mis sueños, mis más profundos miedos y mis manías.

Te encontré a ti, contándome sobre tu día, tus amigos, tu familia y tus metas y mi corazón brincaba de emoción anticipada cuando en tus planes hablabas de un nosotros. Dicen que somos demasiado jóvenes para eso, que tenemos mucho que vivir aún, pero te aseguró que no hay nada que quiera más que vivir mi vida contigo.

Te encontré observándome mientras pensabas que no te veía y supe que tú amor por mí era puro.

Te encontré mostrándome tu lado más frágil y sentí en mi corazón que quería protegerte, que quería consolarte, mostrarte que la vida es complicada a veces, pero no deja de ser bella y que jamás voy a dejarte, siempre voy a estar a tu lado.

Nos encontramos, y todo fue tan fluido, tan natural, que no resultó nada extraño que tus ojos sostuvieran los míos, que nuestros corazones conectarán y que mis sueños y tus sueños ahora sean nuestros.

Carta- Gracias por todo


Hoy escribo solamente para decir "Gracias".

Gracias por todo, desde lo más profundo de mi ser, gracias.

Gracias por las risas, por las palabras bonitas, gracias por ser quién eres, por la autenticidad de tú ser, gracias por no darte por vencido nunca y enseñarme que en la vida hay que luchar por lo que uno quiere.

Gracias por enseñarme que a veces también se pierde pero que perder no es más que aprender y el aprendizaje siempre es bueno y debe ser bien recibido.

Gracias porque a pesar de que sé que no te hago fácil las situaciones en muchas ocasiones tú sigues aquí, amándome y tolerándome, que si yo fuera tú, yo ya me hubiera rendido conmigo.

Gracias porque cuando todos me han abandonado tú sigues aquí.
Gracias porque desde que llegaste a mi vida ya nada es igual, todo es brillante, todo es bonito, todo es más fácil y los problemas se vuelven insignificantes si te tengo a mi lado para afrontarlos.

Gracias por estar ahí para escuchar mis disparates cuando estaba extremadamente emocionada porque algo resultó como quería.

Gracias también por tratar de hacerme ver el lado bueno de la vida cuando todo lo que quería era tirarme en la cama y llorar hasta agotar las lágrimas que tenía.

Gracias por tu divina capacidad de arreglar los días malos en menos de 5 minutos.

Gracias por las sonrisas que me has robado y regalado, por las miradas de adoración que me dedicas de vez en cuando, por sostener mi mano cada vez que me veías insegura, por hacerme sentir la mejor persona del universo cuando la mejor persona de mi universo eres tú.

Gracias por todas esas veces que he querido agradecerte y simplemente no encuentro la manera correcta de hacerlo, gracias por todo.