24.7.16

La decisión de amar

Un individuo fue a visitar a un consejero para decirle que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse.

El consejero lo escuchó, lo miró a los ojos y solamente le dijo una palabra:

—Ámala. —Luego se calló.

—¡Pero es que ya no siento nada por ella!

—Ámala —repuso el experto ante el
desconcierto del señor—. Verás que no es fácil, pero no es imposible tratarlo. 


Después de un breve silencio, agregó lo siguiente:

—Amar es una decisión, no un sentimiento. Amar es dedicación y entrega. Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor. Tu amor es un ejercicio de jardinería: arranca lo que hace daño, prepara el terreno, siembra, sé paciente, riega, procura y cuida. Debes estar preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvias, mas no por eso abandones tu  jardín. Ama a tu pareja, es decir, acéptala, valórala, respétala, dale afecto y ternura, admírala y compréndela. Eso es todo, ámala.

¿Quién puede afirmar que amar es fácil?


La fábula del puerco espín

Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío. 

Los puercoespín dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados.

Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro.

De esa forma pudieron sobrevivir.
Moraleja de la historia :
Todos debemos aprender a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades.

Ella

Ella es esa clase de persona que puede iluminar tú vida cada que sonríe, es como si  llevara el sol dentro de ella y dejará salir destellos de luz cada vez que está cerca de ti.

Ella es el tipo de chica que no te va a permitir pagar nada por ella, no por hacerte sentir mal o porque no le intereses, sino porque no quiere parecer una chica interesada en el dinero que puedas tener.

A ella le gusta su independencia, le gusta ser libre, tomar sus decisiones y trabajar duro por sus sueños, pero siempre va a quererte a su lado porque sabe que todo es mejor si tienes a alguien con quien compartir.

A ella no le gusta llamar la atención, por eso prefiere vestir casual, usar poco maquillaje y pasar más tiempo en las librerías que en fiestas.

Ella puede hacer mil cosas con su tiempo, no le gusta la sensación de estar estancada, por eso a veces te costará un poquito conseguir su total atención, pero es parte de su forma de ser, no es porque no te quiera.

Ella es sincera, es descaradamente honesta, pero sabe que hay que decir las cosas de la mejor manera posible para no herir a nadie.

Puede ser que en ocasiones la notes fría, distante, perdida…pero debes saber que el problema no eres tú y que en esos momentos más que nunca ella te necesita, aunque le cueste decirlo.

Ella va a preferir siempre un café y una buena platica contigo, que una cena cara en un lugar elegante.

Ella prefiere los detalles simples nacidos del alma y saber qué piensas en ella, que el más ostentoso y sofisticado obsequio que puedas comprar.

Ella va a valorar y atesorar siempre cada ocasión en que le demuestres que la conoces, porque para ella va a significar que la quieres de verdad, que pones atención a sus gustos y disgustos.

Vas a conocer sus extrañas manías, desde ese hábito que tiene de mirar su reflejo en cada espejo o cristal que se cruza por el camino, su manía de jugar con su cabello cuando está nerviosa o el hábito de quitarle las orillas a todo lo que come.
Ella ama la simpleza, no le gusta nada extravagante, ama vivir tranquilamente el presente porque no le gusta preocuparse mucho por como vayan a salir las cosas, le gusta correr riesgos porque cree firmemente que solo así aprenderás.
Descubrirás que pese a todo ella está locamente enamorada de la vida y esa locura es contagiosa.

Ella llegará a destruir tú vida, llenará todo de color y vida, te acostumbrarás a su presencia, a su sonrisa, a su voz, te harás de hábitos que jamás consideraste, ella llenará cada lugar que frecuentas de recuerdos, amor y alegría, se encargará de no dejar ni un solo espacio en ti o en tu entorno que no tenga un recuerdo de ella por mínimo que sea, y entonces, el día que la pierdas tendrás que aprender a vivir con el fantasma de su recuerdo, no podrás evitar verla sentada en el sofá de tu casa viendo esa estúpida película que ella ama, no podrás ir al café de la esquina sin recordar todas la palabras dichas y los secretos revelados, cuando vayas a ese bosque donde les gustaba caminar recordarás cada promesa hecha, y no podrás hacer nada, ella se habrá ido.

Pero no todo será tan malo, puesto que las personas se marchan de nuestra vida cuando nos enseñaron todo lo que podían, si ella se marcha habrás aprendido más sobre la vida y el amor que con cualquier otra, si ella se queda, serás feliz el resto de tus días y comprenderás que las almas gemelas existen, que el amor es verdadero, puro y desinteresado, que ninguna otra te hizo sentir lo que ella logro desde un principio con solo tocarte, sonreírte, besarte y que sí, sí puedes enamorarte todos los días de la misma persona.



17.7.16

21 días de inspiración - MI EXPERIENCIA


Día Uno (1) - (Introducción + Descarga)    
Día Dos (2) - Lunes (Ley del Dar); Gratitud
Día Tres (3) -Martes (Ley del karma);Purificación
Día Cuatro (4) - Miércoles (La ley del menor esfuerzo); Equilibrio
Día Cinco (5) - Jueves (La ley de la intención y el deseo); Amor
Día Seis (6) - Viernes (La ley del desapego); Incertidumbre
Día Siete (7) - Sábado (La ley del "Dharma"); Risa
Día Ocho (8) - Domingo (La ley de la potencialidad pura); Auto renovación
Día Nueve (9) - Lunes (La ley del dar); Fluir
Día Diez (10) - Martes (La ley del "karma");Elección consiente
Día Once (11) - Miércoles (La ley del menor esfuerzo); Flexibilidad
Día Doce (12) - Jueves (La ley de la intención y el deseo); Respira
Día Trece (13) - Viernes (La ley del desapego); Libertad
Día Catorce (14) - Sábado (La ley del "dharma");Percepción del momento presente
Día Quince (15) - Domingo (La ley de la potencialidad pura); Creatividad 
Día Dieciséis (16) - Lunes (La ley del dar); Paz
Día Diecisiete (17) - Martes (La ley del "karma"); Sin Limites
Día Dieciocho (18) - Miércoles (La ley del menor esfuerzo); Aceptación
Día Diecinueve (19) - Jueves (La ley de la intención y el deseo); Completud
Día Veinte (20)
Día Veintiuno (21)

La heredera: Capitulo 5

- Aria no puso un hechizo sobre su heredera – Dijo Melva con voz cansada, Melva era nuestra líder, hija de una Wicca poderosa y un noble del otro mundo, Melva era poderosa y podía vivir miles de años pero se enfermaba y sus tiempos de sanación eran más normales que extraordinarios, pese a todo se veía envejecida y cansada– Aria hizo que su heredera fuera criada por humanos.

- ¿Sabemos algo más Melva? –Pregunto Shawn de forma compasiva, Melva era la mano derecha de la corte en esta búsqueda.

- N0 es su hija – expresiones de asombro se escucharon por todo el salón, esas eran nuevas noticias para todos.

- ¿Entonces quién es la heredera? – pregunto alguien en la fila principal.
- Es nieta de Aria, encontramos su diario – dijo levantando un gran libro maltratado por los años – Aria se enamoró de un humano normal y tuvo una hija, según las predicciones la pequeña debía ser la heredera, ser una bruja poderosa quien debía casarse con nuestro príncipe para juntos procrear a la niña que vendría a salvar nuestro mundo y el mundo humano, el ser más poderoso del planeta, pero la hija de Aria nació con poderes casi nulos, no era la heredera – la decepción de lo descubierto se extendió por todo el salón.

- Cuando Aria se dio cuenta de esto – comenzó a hablar Tara esta vez – abandono a su hija con una familia de humanos, ella se mudó al lado y se mantuvo cerca y al tanto de la pequeña pero jamás manifestó un poder más allá de unos cuantos hechizos menores aun con la instrucción de Aria.

- ¿Estás diciendo que Aria educo a esa niña en cuanto a magia? – Pregunto Meredith, la guardiana del mar.

- Sí, ella confeso a esa niña ser su madre y le conto un poco sobre su herencia cuando cumplió la mayoría de edad, la chica lo acepto y practico diariamente pero sencillamente no había poder en ella – todos estábamos atónitos – cuando Ailish creció y fue a la universidad conoció al hijo de un poderoso hechicero de Manhattan y se enamoraron, se embarazo, pero nadie sabía que el hechicero tenia tratos con los oscuros – Aria había muerto peleando con un hechicero oscuro, logro desaparecerlos del mundo humano pero llevo toda su energía hacerlo, esa parte de la historia todos la conocíamos – Cuando la bebé nació y el padre se dio cuenta del poder en ella decidió entregarla a los oscuros a cambio de la vida eterna, Aria se dio cuenta de sus planes y se enfrentó a ellos, el resto de la historia ya la conocemos.

- Entonces ¿Cómo daremos con la heredera?, ¿Sabemos quién es la hija de Aria? –pregunté, esto me dejaba más lejos de donde estaba.

- Desgraciadamente no – respondió Melva – ya pusimos a nuestros hombres a trabajar, van a buscar a Ailish Blodearth, mientras tanto sigue tu trabajo Nolan, ¿Has descubierto algo? – me debatí entre contarles de los oscuros o no, temía su reacción pero si ellos trataban algo malo con la corte enterada tendría más posibilidad de derrotarlos.

- Sí, Brianna y Aidan Harnett están en la misma ciudad que Shirley y yo, llegaron recién y las hadas dicen haber visto a Brianna frecuentando Bares.

- ¿Crees que sepan algo que ignoramos? – Pregunto Melva.

- Sí, no creo que sea casualidad.

- Averigua que saben o que buscan –Dijo Shawn – Frecuenta los mismos lugares y personas que ellos y averigua que otros oscuros están ahí.
Iba a responder pero Shirley entro volando directamente hasta Shawn, vaya manera de llegar la de esa hada.

-Su alteza – dijo haciendo media reverencia todavía en el aire – Los principies oscuros están en la ciudad y están buscando a la chica – dijo temerosa – estaba buscando a Nolan cuando los vi salir de la casa de unas chicas, ellos no me vieron porque fui muy rápida – un atisbo de orgullo lleno su voz, pero los vi entrar a otra casa y se quedaron ahí, creo que viven ahí y…su alteza – Shawn indico con una mano que callará.

- ¿Quiénes estaban ahí? – pregunto Shawn.

- Kieran y Aidan Harnett salieron de la casa – Respondió más calmada – y en la casa estaban Tyrone y Brianna.

-Damon mando a toda su descendencia, debe estar buscando a la heredera, no hay duda…ustedes – dijo señalando hacia mí y luego a Shirley – Manténganse alerta, tenemos que encontrar a la chica -  asentí y tome eso como mi señal para marcharme.

Volví al mundo humano y decidí merodear por la que ahora sabia era la casa de los Harnett, Brianna discutía con Tyrone en una habitación, nada novedoso, busque a los gemelos, había una luz encendida en el piso de arriba así que trepe hasta allí y vi a Aidan hablando solo, no, no hablaba solo, estaba hablando con su madre a través de una laptop, los oscuros pasaban tanto tiempo en el mundo humano que adoptaban sus costumbres y parte de ello era la adicción a la tecnología, gracias a ella podían comunicarse estando lejos, nosotros no la necesitábamos para comunicarnos. Me acerque un poco más  y vi en la pantalla a una mujer atractiva, no lucia demasiado joven, esperaba verla mejor conservada pero supongo que el destierro del mundo mágico envejece a las hadas, Morella había sido alguna vez una de las hadas de mayor nobleza en el reino, cuando se involucró con Damon creyó que nadie la descubriría, fue ingenua y ahora aquí estaba, viviendo entre mortales, sin poderes y sin el amor de su vida, Damon abandono a Morella en cuanto los gemelos nacieron, cuando fue desterrada estaba sola.
Un movimiento en la casa de al lado me puso alerta, me gustaría seguir oculto pero ahora que sabía que los oscuros iban tras la misma presa que yo necesitaba ganarles terrero, deje el glamour y camine como cualquier chico lo haría en su paseo nocturno, esperaba que los humanos dieran paseos a la 1:00 am, Bree estaba sentada en el porche usando unos shorts de algodón rosa y una camiseta con conejitos, no entiendo cómo es que los humanos tienen tantos problemas para dormir, hace siglos eso no era probable, me detuve en la acera frente a su casa y trate de averiguar que estaba haciendo, no lucia triste ni preocupada, estaba a punto de considerar que pudiera estar enferma cuando levanto la vista y me miro, prácticamente dio un salto y me dedico una gran sonrisa así que descarte que estuviera mal.

- ¡Hola Noah!, ¿Qué haces por aquí? – Dijo mientras se acercaba.

- Hola Bree, no, solo no podía dormir y salí a caminar, llevo rato haciéndolo – dije interceptándola a medio jardín.

- Ya veo, pues me da mucho gusto verte, aquí vivo junto con mis compañeras –dijo señalando la casa con su brazo – ya sabes, Kat y Ey.

- Jamás pensé que vendría a toparte en medio de la calle en plena madrugada, ¿Qué haces afuera? – mi pregunta extrañamente la hizo ruborizarse.

- Yo…uhm…bueno, mi ex novio me mandó un mensaje de texto diciéndome que me vería aquí – lucia extrañamente nerviosa – yo supongo que solo estaba jugando conmigo puesto que no ha aparecido aun – su expresión paso a ser profundamente triste.

- Vamos Bree no te pongas mal, tienes una energía alegre y vital siempre, no decaigas justo ahora, además pudimos encontrarnos - ¿Es la clase de cosa que le gusta escuchar a la chicas? No tenía idea pero me regalo un atisbo de sonrisa.

- Lo sé, él va a casarse ¿sabes?, es extraño que me siga mandando mensajes de texto, no entiendo que piensa conseguir, ¡El me dejo! – no se veía resentida por lo sucedido, ella más que nadie necesitaba paz, su ex la estaba drenando – Lo siento, no debería estar hablando de esto, ¿quieres conseguir un poco de agua?, apuesto a que caminaste mucho.

- Claro, vamos –dije mientras caminaba a su lado hacia la casa, estábamos en la entrada cuando las brillantes luces de un auto entraron en la casa de al lado, no necesitaba verlo para saber quién era, Kieran, ¿Sabría Kieran que su gemelo mantenía comunicación con su madre? - ¿Qué tal salió la cena? – pregunté.

- Fue muy buena, técnicamente Ey se encerró en su habitación luego de comer pero los gemelos Garnett son increíbles, la pase genial.

- Deberías ser precavida –solté sin pensarlo – nunca sabes que malas costumbres pueda tener la gente nueva.

Entramos a la casa y Bree fue en busca de agua para mí, me dio tiempo de inspeccionar la casa, no había ningún indicio de alguna cámara para espiar a las chicas ni alguna clase de rastro de los oscuros, fueron totalmente educados ¿Quién lo diría?,  camine por el comedor buscando cualquier cosa que me pudiera dar una pista, o cualquier cosa que no me hiciera sentir que esta búsqueda era inútil, nada, cuando di vuelta para regresar a la sala de estar lo sentí, era tan suave que podía pasar desapercibido pero ahí estaba, una energía demasiado alta para ser un humano normal oculta tras una cortina, me puse alerta, era demasiado suave para saber de dónde provenía así que camine despacio hasta que la sentí más estable, venia del cuarto de arriba.

- Noah, ¿quieres hielos en esto? – Dijo Bree levantando el vaso con agua.

- No gracias – Dije tomando el vaso de sus manos y bebí un poco – En realidad no tenía tanta sed, pero muchas gracias, debo irme ahora – no di tiempo a que dijera nada más, tenía una luz y no iba a perderla, corrí por toda la calle para evitar que alguien me siguiera, luego use glamour para camuflarme y corrí de vuelta a la casa, no quería llamar la atención de los oscuros usando magia así que trepe hasta la ventana y entre, no había nadie en la habitación, salí al pasillo y busque sentir otra vez esa luz pero no lograba encontrarla, camine más al fondo y entré en una habitación cualquiera sin saber porque, paredes blancas impecables, muebles de madera y una cama individual, nada inusual, trate de concentrarme, el lugar estaba lleno de flores, reales y de papel, las flores reales tenían energía en ellas y eso me distrajo por un instante, había varios dibujos pegados a la pared y un tablero con un montón de notas y horarios, intente de nuevo, la chica que dormía en la habitación comenzó a moverse pero seguía dormida y entonces lo sentí, llego a mi tan intensamente que casi podía olerlo, me recordaba a mi hogar, me hacía pensar en una vida feliz, sus vibraciones energéticas eran tan altas, tan puras, tan nobles e imperturbables pero permanecían atrapadas, rogaban por salir, por manifestarse, pero no iban a ver la luz, no hasta que ella lo supiera.

- Aria puso un hechizo sobre su heredera – dije a nadie en particular y camine por la habitación.

Algo llamo mi atención en la pared, junto a un montón de dibujos de flores y paisajes estaba un símbolo bastante peculiar, recorrí las finas líneas del circulo con las yemas de mis dedos, calor emanaba de él, saque mi varita y la puse enfrente del dibujo como si fuera a dibujarlo por encima con ella, el símbolo comenzó a brillar y comenzó a salir luz de cada línea, un calor reconfortante llego desde el dibujo hasta mi brazo, la brújula vikinga era el único símbolo tan poderoso como para hacer todo el asunto de la luz y solo funcionaba si era realizado por las manos de una bruja o hechicero, solo de esa forma era capaz de emitir calor al ser tocado por un objeto del otro mundo.


 Entonces lo supe, era ella.

La heredera: Capitulo 4

- Definitivamente no creo que este embaraza, ¡ni siquiera tiene novio por Dios! – Dijo una voz a lo lejos.

- ¿Entonces a que se debe el desmayo? – respondió una voz distinta, trate de enfocarme en mi entorno pero estaba demasiado adormecida para moverme.

- Probablemente está enferma y no nos lo dijo.

- Quizá fue un golpe de calor – Dijo una voz masculina – Perdón que me meta, estaba escuchándolas y bueno los desmayos ocasionados por el calor son muy comunes en esta época, quizá eso le sucedió ¿Estaba bebiendo suficiente agua? – Pregunto el hombre con una voz demasiado profesional.

- ¿Eres medico? – Dijo la voz de Bree, sí, esa voz era la de Bree.

-Sí, soy el medico titular de la clínica, mi enfermera me dijo que había una chica desmayada– Dijo la voz masculina que ahora sabia era un doctor pero ¿Qué hacía yo en una clínica?

- Sí, es nuestra amiga, no sabemos qué le pasó, solo se desmayó en medio de la cafetería 

– Dijo Lucy me pareció.

- Pero no antes de gritar un “Noo” aterrador, luego se quedó en pausa unos segundos y se desmayó – Dijo Bree, ¿De verdad paso eso?

- Probablemente ya se sentía mal y solo fue un breve momento de shock antes del desmayo, definitivamente debió ser un desmayo causado por estrés o por el clima, ¿podrían salir un momento para poder revisarla y despertarla?, cuando este estable les hablare para que pasen a verla. – dijo amablemente el doctor.

- Uhm…Sí, supongo que está bien – Escuche a Lucy decir y luego de unos segundos la puerta cerrarse, sentí una mano sobre la mía y una sensación eléctrica me recorrió, me levante sobresaltada pero cuando abrí los ojos no había nadie tocándome.

- Tranquila, podrías marearte – Dijo un chico en la camilla de al lado.

- ¿Quién eres?, ¿Dónde está el doctor? – Dije en un hilo de voz, mi garganta estaba seca.

- El doctor fue hace 2 segundos por alcohol y  yo soy Noah Green, un simple paciente más 
–Dijo sonriendo, tenía una sonrisa encantadora pero algo en el me hacía querer ser precavida.

- ¿Qué te sucede? – Pregunte sin poder evitarlo, se veía muy bien como para estar en una clínica.

- Un simple desmayo, el calor esta insoportable – Dijo el chico con una expresión de falso malestar.

- ¿Calor? – Un recuerdo cosquilleo en mi mente, calor, tenía calor y estaba sudando, pero el recuerdo no llegaba más allá, cuando Doctor llego me inspecciono y dijo que todo estaba bien, me sentía bien así que le creí y aunque no me sintiera bien, no estaba dispuesta a quedarme ahí.

- Muy bien, estas perfectamente estable – me dijo el Doctor mientras tomaba algunas anotaciones.

- No necesita ser un experto para darse cuenta de eso Doc – Dijo Noah sonriendo

- Guarda silencio Green – Dijo el doctor y me sorprendió la familiaridad con que le hablaba.

- ¿Puedo irme a casa entonces? – Pregunte, de verdad deseaba irme.

- Claro, llamare a tus amigas, si te sientes mal no dudes en volver ¿Esta bien?

- Sí, por supuesto, me siento genial – El Dr. Me dio un asentimiento y salió, casi 
instantáneamente entraron Lucy y Bree, esta última salto literalmente sobre mí sacando todo el aire de mis pulmones.

- ¡Dios Ey!, estaba muy asustada ¿Qué paso? ¿Te sientes bien?  - Dijo Bree, se veía tan preocupada que no pude evitar sentirme mal por ser la culpable.

- Estoy bien Bree, solo fue un desmayo.

- ¿Solo un desmayo? Gritaste y estabas sudando, ¿No cogiste algún tipo de extraño virus 
en la cafetería? – Pregunto Lucy

- Puede ser, él también sufrió un desmayo hoy – Dije señalando a Noah quien extrañamente había pasado desapercibido al radar de Bree. Las chicas voltearon a verlo y el  hizo la señal de amor y paz con los dedos, rápidamente la atención de Bree viajo de mi al apuesto chico en la otra cama.

- ¿Te desmayaste hoy? ¡Pobrecillo! ¿Cómo te encuentras? – Dijo batiendo sus pestañas y poniendo voz melosa, casi quería rodar  los ojos pero me contuve, que típico.

- Sí, no fue nada grave, supongo que ella tiene razón – dijo señalando a Lucy – Probablemente haya algún virus por ahí, uno nunca sabe, con la contaminación y todo eso.

- Si te sientes mejor podríamos acercarte a casa, traje mi auto – ofreció Bree, cuando se lo proponía podría ser un alma caritativa, siempre y cuando fueran hombres atractivos.

- Seria grandioso si me dieran un aventón a la Universidad, deje mi auto en el estacionamiento.

- ¡Será un placer!, solo debemos esperar a que vuelva alguien que te pueda dar de alta – Juro que Bree casi dio saltos de emoción.

- ¿Bromeas?, solo fue un desmayo, vayámonos, no pasará nada – se levantó y se apresuró hacia la puerta luciendo extrañamente feliz.

- ¿Y si te desmayas otra vez? – pregunto Bree con un atisbo de preocupación.

- Si me llego a desmayar otra vez podrías probar despertarme con un beso – dijo Noah y le dedico una mirada traviesa a Bree, quien al oír eso sonrió felizmente.

- ¡Vámonos! – Grito Lucy – tenemos que volver antes de que vomite.

Caminamos todos a la salida, era un día bonito, caluroso sí, pero no lograba entender cómo fue que termine desmayada, el sol brillaba como siempre, no había nada novedoso. 

Cuando subimos al auto preferí evitar el flirteo de Bree y Noah en la parte delantera y me dedique a ver por la ventana mientras Lucy hablaba por teléfono con Jack, su novio, la única soltera en el auto ¡Felicidades Eyre! Seguramente morirás sola.

- Jack dice que nos esperará junto con Katlyn en el estacionamiento – Anuncio Lucy y siguió hablando con su novio.

- ¿Por qué Kat va a esperarnos en el estacionamiento? – Preguntó  Bree y volteo a verme por el retrovisor.

- No lo sé, quizá solo quiere cerciorarse que estoy bien – respondí vagamente – o se enteró que invitaste a los nuevos vecinos a cenar y quiera asesinarte para después servirte como plato principal – dije esperando una reacción de Bree pero ella no dijo nada, sin embargo 

Noah mostro mucho interés.

- ¿Tienen nuevos vecinos?, ¿Desde cuándo? – dijo mientras se mordía una uña y arrojaba el trozo de uña recién mutilada por la ventana.

- No hagas eso, es asqueroso – dije con mi mejor cara de desagrado pero él se limitó a verme esperando respuesta – Se acaban de mudar, Bree es solo muy amable, ya sabes.

- Sí, lo sé, un alma buena – dijo Noah – y excelente conductora, llegamos sanos y salvos – Dijo estirando un brazo detrás de su cabeza.

Efectivamente Katlyn estaba ahí, recién nos vio y ya estaba caminando hasta el auto, me baje y la abrace, no quería que se preocupara así que me apresure a decirle que todo estaba bien y luego de comprobar que no me viera pálida volvió a abrazarme.

- ¿Vienes del hospital también? ¡Por Dios! ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo? – No entendí a que se refería hasta que vi que hablaba con Noah ¿Se conocían?

- Estoy bien Katlyn, sufrí un desmayo solamente, el calor de América es algo nuevo para mí.

- ¿Se conocen? – preguntamos Bree y Yo simultáneamente, no era la única sorprendida.

- Sí claro, Noah Green es uno de los estudiantes nuevos, está conmigo en un módulo y hoy se metió en un problema con Louis por defender a su hermanita de ellos.

- ¿Su hermanita? – pregunté y no supe porque sentí ganas de golpearlo.

- Sí, creo que debe estar en el curso de alguna de ustedes, se llama Shirley – Dijo Noah casualmente, Shirley, la chica nueva de Irlanda, compartíamos ahora la clase del Sr. Doyle.

- ¿Eres Irlandés? – Fue lo primero que salió de mi boca y él se vio sorprendido – Tu…uhm…tu hermana está conmigo, se presentó esta mañana y dijo que eran de Irlanda.

- Sí, lo somos, estoy sorprendido de que Shir lo mencionará, suele ser muy cerrada sobre su vida.

- Bueno, solo dijo eso y su edad realmente, no dio mucha información.

- Ya veo, bueno ha sido un placer pero debo irme, tengo trabajo que hacer – Dijo Noah.

- Esta bien, espero verte mañana Noah Green – Dijo dulcemente Bree, esa chica no perdía el tiempo.

- Claro, les debo un almuerzo por sacarme de la clínica, odio a los doctores merodeando y no tenía como volver, las veo luego chicas – se despidió con la mano y se fue, cuando doblo la esquina Bree dejo salir un suspiro y subió a su auto, decidí irme con Katlyn con tal de evitar oírla parlotear sobre chicos, los pobres de Lucy y Jack subieron a regañadientes con Bree, tendrían seguramente un viaje difícil, pero su casa quedaba cerca afortunadamente, cuando íbamos saliendo del estacionamiento vi a Noah junto a su auto y a Shirley subiendo al lado del copiloto, cuando Noah cerró la puerta y vi la cara de Shirley un recuerdo parpadeo en mi mente, pero fue demasiado rápido para identificarlo, desapareció y me quede solo con una extraña sensación de desconfianza hacia Noah, ¿Dónde te he visto antes Noah Green?.

Nolan

- Ellas tienen nuevos vecinos – fue lo primero que decía desde que subí al auto con Shirley.
- ¿Eso que importa? – pregunto Shirley mientras pintaba una de sus uñas de un amarillo chillante.
- Resulta sospechoso ¿No crees?, llegamos aquí luego de 2 años de estar postergándolo y de pronto más gente se muda, no ha llegado nadie nuevo a la ciudad desde que aquella pareja hippie compró la casa vieja de la calle principal –Shirley y yo no habíamos vivido aquí antes pero lo habíamos mantenido en observación, en ocasiones detectábamos vibraciones inusuales en el lugar pero cuando llegábamos habían desaparecido por completo y se presentaban en alguna otra ciudad.
- Bien y ¿Qué sugieres? – pregunto Shirley.
- Vas a hacer tú cosa de luz mágica y vas a averiguar donde viven, las visitaré esta noche en su gran cena.
- ¿Vas a presentarte en la cena? ¿Solo así? – pregunto con duda.
- Claro que no, usaré glamour para poder ver desde fuera quienes son los famosos vecinos – Era  un truco realmente fácil, solo necesitaba descartar a los oscuros merodeando por aquí pero Shirley no tenía por qué saberlo, lo arruinaría.
- Está bien, pero tomare la noche libre ya que tu estarás haciendo de espía – antes de que pudiera decir nada había desaparecido,  si alguien me hubiera dicho hace años que terminaría aceptando las condiciones de un hada de luz jamás lo hubiera creído, pero necesitaba mantenerla alejada del asunto con los oscuros, si se enteraba que buscaban lo mismo que nosotros Shirley abandonaría la búsqueda y Shawn no me daría otra oportunidad.
Conduje hasta las afueras de la ciudad, introduciéndome en el bosque, 2 kilómetros a partir del inicio del bosque estaba mi casa en este mundo, estaba protegida con un poderoso hechizo, ningún humano o no humano podía verla, salvo yo y ningún ser pensante podía entrar sin mi permiso, aves y animales silvestres eran bienvenidos y , aunque no lo fueran no había manera de evitar que pasaran, los hechizos utilizan fuerza de la naturaleza para mantenerse y la madre naturaleza jamás le cerraría las puertas a sus criaturas inocentes, al menos eso es lo que me enseñaron. Ellos eran inmunes al portal, este era su planeta, podían viajar libres.
Estaba a punto de entrar a mis territorios cuando Tara apareció en el asiento del copiloto, decidí desviarme y continuar por el bosque, no necesitaba a Tara merodeando mi casa.
- ¿Averiguaste algo? – pregunté.
- Que tierno, también me preocupo por ti, me alegro que estés bien yo he estado excelente – bufó molesta.
- Sabes que no soy esa clase de chico Tara y estamos algo ocupados aquí.
- Damon envió a sus oscuros, las hadas del bosque vieron a Brianna en un bar, supongo que necesitaba energía extra y salió a cazar.
- ¿Damon mando a su pequeña princesa de la destrucción? Eso son malas noticias T – Brianna era hija de Damon, por tanto era la princesa de los oscuros por así decirlo, una de las guerreras más crueles y fuertes de entre su gente, si Damon la había mandado a buscar a la heredera tenía grandes planes para cuando la encontrará y alguna sospecha de quien podría ser quizá, necesitaba darme prisa.
- ¿Por qué accedería Brianna a venir? Es decir, Tyrone es el mayor, debería ser el más interesado en mantener a su padre contento, Brianna no tiene posibilidad de quedarse con el reino, los oscuros no admitirían a una mujer como líder.
-  Para no ser desterrada por su querido papi quizá – Sí, Damon era capaz de desterrar a su propia hija si se negaba a obedecer.
- Jamás entenderé a los oscuros, pero veamos el lado bueno – dijo Tara mientras se arreglaba el cabello.
- ¿Hay un lado bueno? – Reí sin ganas.
- Claro, los oscuros no tienen el poder que nosotros tenemos para sentir la energía, no sabrán reconocer a la heredera a menos que haga algún truco, ya sabes – En eso tenía razón, los oscuros tenían muchas habilidad y solían adoptar formas de animales lo que les daba un increíble olfato pero no eran capaces de sentir las vibraciones, cada ser vivo, humano, planta, animal e inclusive el planeta tierra tenia diferentes vibraciones, era agotador sentirlas todas al mismo tiempo, podrías volverte loco y muchos habían terminado con su vida la primera vez que visitaban el mundo humano, en el otro mundo solo debías sentir la vibración del mundo mismo, estamos programados para no sentir las nuestras, cuando venias al mundo humano todo era un caos, las vibraciones energéticas eran leves pero demasiadas, con el tiempo tenías que aprender a omitirlas pero llevaba muchos dolores de cabeza y días en cama.
- Eso es cierto, pero quizá saben algo que nosotros no y por eso están aquí – Dije sin mirar a Tara.
- Visitaremos a Melva está noche – Dijo casi tímidamente.
- ¿Quiénes exactamente? – pregunté con cuidado, Melva era nuestra líder, si ella decía que todos debíamos acudir a su llamado no había forma de escaparme de eso.
- Bueno, no fue muy específica – empezó a decir Tara – pero dijo que tenía noticias importantes y necesitaba tener a todos en el palacio – hizo una pausa – creo que escuche que Shawn quiere vernos – termino de decir sonando más temerosa de lo que esperaba.
- ¿Estás asustada? Sorprendente, jamás temiste del Rey y tienes miedo de que Shawn te descubra – podría reírme de la situación, pero ahora estaba forzado a faltar a la gran cena por culpa del maldito Shawn, esperaba que tuviera algo de verdad importante que decir.
- No estoy asustada por que pueda ser descubierta, me aterra que nos den malas noticias – dijo mirando por la ventana – me da miedo que nos diga que el otro mundo empeoro o que los oscuros ya encontraron a la heredera.
- No lo han hecho – dije para mí mismo.
- Eso espero, me resulta sospechoso que ellos estén aquí, necesitas encontrarlos y seguirlos de cerca, ahora ya sabemos que Brianna está entre ellos.
- Y si Brianna está entre ellos será mejor que haga esto rápido, Tara – dije llamando su atención – faltaré al llamado de Melva, mandaré a Shirley, no pueden objetar, tengo alguna sospecha de donde puedan estar los oscuros.
- No creo que sea buena idea, a Melva no le gusta ser ignorada – tenía razón y si Melva no estaba contenta pasaban cosas malas, para nosotros.
- ¡Maldición!  - suspire desesperado – Entonces solo llegaré tarde ¿Puedes cubrirme hasta que llegue?
- Lo intentare, pero no prometo mucho, sabes que no hay mucho que pueda hacer – No pude responder a eso, Tara desapareció.
Me fui a casa, necesitaba más que nunca informantes en todo el bosque y los únicos seres lo suficientemente cotilla para querer colaborar eran las hadas,  pase a casa por un poco de pan de centeno, semillas, frutas y flores, lo puse todo en una canasta vieja y me encamine al lago, las hadas eran vanidosas, les gustaba ver su reflejo en el agua por eso frecuentaban asistir cerca de ríos, lagos y el mar.
Cuando llegue puse la canasta en la orilla del lago, sé que si había algún hada cerca ya se había dado cuenta de mi presencia, podíamos sentirnos, podíamos identificar a los de nuestro mundo, el sol se estaba poniendo, esperaba que las hadas estuvieran de buen humor y aparecieran, no podía perder mucho tiempo.
- ¿Traes algunas fresas ahí? – Pregunto una voz tímida, mire alrededor pero no logre localizar de donde venía.
- Sí, traje fresas y algunas semillas de girasol, ¿Quieres algunas? – Pregunte amablemente, las hadas del bosque solo se acercaban a ti si sentían que tus intenciones eran buenas.
- ¿Lo harías? ¡Eso sería estupendo! – dijo manifestándose ante mí, era una pequeña hada, es decir, las hadas se supone que son pequeñas aun en forma humana pero esta era un hada infante.
- Claro, toma lo que te apetezca – dije y ella dio un giro de emoción y empezó a buscar en la canasta - ¿Cómo te llamas? – Pregunté, ella me miro mientras metía un gran trozo de pan en su pequeña boca – Soy Nolan GreenWood – quizá si sabía quién era me confiaría su nombre – ella me miro con asombro pero no huyo, eso era bueno.
- ¿Eres el caballero de la corte mágica? – Pregunto emocionada, le di un asentimiento con la cabeza y ella adopto forma humana y me tendió su pequeña mano – Soy Lana Lake.
- ¿Un hada de agua? – pregunte con cautela, regularmente las hadas llevaban el apellido relacionado con su poder, era un asunto de familia y si ella tenía alguna clase de control sobre el agua podría sernos muy útil creando distracciones.
- ¡Así es! – Dijo orgullosa, aún estoy aprendiendo, hasta ahora solo puedo crear tormentas y turbulencias, pero ya me están enseñando para poder manejarla – puso cara apenada y continúo – La semana pasada hice estallar algunas tuberías de la vieja fábrica, mamá estaba molesta porque los humanos tuvieron que venir a repararlo.
- De errores se aprende, te contaré un secreto – dije tratando de darle confianza suficiente para que me ayudará – Cuando estaba aprendiendo a usar mi magia hice que le creciera cola y joroba a mi padre porque confundí cabello con camello – Lana comenzó a reír a carcajadas mientras pataleaba en el suelo tocándose en estómago, la tenía ganada.
- Eso debió ser divertido – Dijo aun entre risas.
- Lo fue, eran buenos tiempos, ¿Sabes? Cuando crezcas te darás cuenta que está bien equivocarse, así aprendemos – Dije y ella me miro sería.
- ¿Es cierto que buscan a la heredera de Aria? – Pregunto emocionada – Mamá dice que ella podría ayudarnos a salvar nuestro hogar.
- Sí Lana, lamentablemente llevamos años buscándola y no le hemos podido encontrar – la tristeza en el rostro de la pequeña hada era notable – ¿Te gustaría ayudarnos? – pregunte y su rostro se ilumino al instante.
- ¿Cómo podría yo ayudarte?
- Si llegan a ver algo o a sentir a alguien sospechoso por aquí, solo házmelo saber ¿Puedes hacer eso por mí? – ella asintió frenéticamente.
- Claro, ¿Vendrás por aquí seguido? – preguntó aun emocionada.
- Por supuesto, y si necesitas decirme algo solo llámame, sabes mi nombre, yo vendré tan pronto como pueda.
- ¡Perfecto! – Dio un salto emocionada – Traerás más fresas contigo ¿Verdad?
- Claro, traeré tantas cosas como pueda – declare, estaba oscureciendo cada vez más rápido así que me despedí de la pequeña y volví a mi auto, ahora tenía una aliada, solo necesitaba verificar la cena de Katlyn y sus compañeras, afortunadamente Shirley había pasado antes por mi casa a decirme donde vivían.
Cuando llegue al lugar sentí un escalofrió recorrer mi espina dorsal, ahí dentro había oscuros, camine cautelosamente hasta la ventana más cercana, era la de la cocina, me enfoque en ver a alguien pero la única persona  a la que vi fue a Katlyn llevando algunos platos a la mesa, camine alrededor de la casa tratando de ver algo por las ventanas pero estaban cerradas, sabía que los oscuros estaban dentro pero necesitaba saber quiénes eran, no habían pasado ni 2 minutos cuando alguien salió de la casa de al lado, con glamour logre camuflarme con el entorno y casi me voy de espaldas cuando lo vi caminar hacia la puerta principal, Aidan Harnett, al parecer el Rey oscuro había mandado a sus hijos en esta misión. Aidan tocó el timbre de la casa y dio un vistazo alrededor  ¿Esperaba a alguien?, segundos después la chica de la cafetería abrió y se quedó pasmada al verlo, eso llamo mi atención y me acerque para escucharlos.
- ¿Qué haces tú aquí? – Dijo la chica.
- ¿Yo?, ¿Qué haces tú aquí? – Respondió Aidan – espera ¿Vives aquí? – La chica dio un asentimiento – Vaya, que pequeño es el mundo, ¿Piensas cantarme algo esta noche? – el comentario hizo que la chica se ruborizara por un breve momento.
- ¿Por qué lo haría? – respondió arrogante mientras Aidan dejaba caer su peso contra la pared.
- ¿Puedo contarte un secreto? – Dijo Aidan y no espero respuesta de la chica – He estado todo el día pensando en nuestro encuentro de esta mañana, ¿Cómo es eso posible?
- No eres gracioso – respondió ella cruzando los brazos sobre su pecho.
- No planeo serlo, en realidad se supone que debo ser justo lo opuesto pero eres divertida.
- No soy tu payaso – respondió ofendida – ahora ¿Quieres entrar por la maldita cena o prefieres quedarte aquí toda la noche?
- Tranquila chica ruda, seamos buenos vecinos, nos veremos mucho y tu amiga Bree es linda – dijo sonriendo, los gemelos Harnett siempre habían sido famosos por ligar chicas humanas y no humanas cada que podían.

- Si quieres ver a Bree será mejor que entres de una vez – dijo señalándole la habitación con el dedo, Harnett finalmente entro pero la chica se quedó fuera, se sentó en un escalón y comenzó a jugar con el pasto, la luna iluminaba todo a su alrededor enmarcando un halo de luz blanca alrededor suyo, los humanos ordinarios no podían verlo pero hablaban mucho de ello, las auras, esa energía que caracteriza la personalidad y espíritu puro de cada ser humano, una rama cayo del árbol donde estaba y ella fijo su atención en mí, yo sabía que no podía verme pero cuando comenzó a caminar sin apartar su vista de mi dude por un segundo, se paró frente y se quedó mirando unos instantes, me pregunte donde había conocido a Aidan y porque no estaba dentro disfrutando de su compañía, las chicas humanas no solían resistirse a los encantos de un príncipe oscuro, sin embargo ella estaba aquí, jugando con pasto y viendo a la nada, cuando estaba casi seguro que me había visto o sentido la vi patear la rama y volver adentro.


La heredera: Capitulo 3

- Hola, me llamo Shirley, tengo 22 y vengo de un pequeño pueblo en Irlanda – Dijo la pequeña chica  parada en frente de la clase, lucia extrañamente feliz para ser una chica que acaba de mudarse y tendría que terminar la universidad en un país diferente.

- Nos da mucho gusto tenerte aquí Shirley, esperamos que disfrutes tu estancia y puedas hacer grandes amigos aquí – dijo el profesor Doyle.

- Claro, muchas gracias Sr. Doyle– Shirley observaba todo el grupo como si estuviese tratando de reconocer algo, era un gesto sutil pero ahí estaba.

- Toma asiento Shirley – Dijo el Dr. Doyle y empezó a parlotear, observe a Shirley caminar tímidamente entre nosotros y sentarse al final del salón, pobrecilla, se veía tan inocente, estaba segura de que le costaría adaptarse así que cuando la clase término 2 horas más tarde fui a hablar con ella, la idea de pasar la hora del almuerzo sola no era nada atractiva y esperaba que a Lucy no le molestara que invitara a alguien a nuestra mesa.

- Hola Shirley – Salude alegremente – Me llamo Eyre y estaba preguntándome si te gustaría almorzar conmigo y con mis amigos hoy – Shirley se quedó pasmada mirándome, analizándome por unos segundos antes de mover su vista la puerta.

- Lo siento Eyre, creo que almorzare con mi hermano hoy – dijo haciendo un asentimiento a la puerta, pero cuando voltee no vi a nadie – De todas maneras, muchas gracias, me encantaría almorzar con ustedes alguna vez,  te veré luego – comenzó a caminar en dirección a la puerta conmigo a sus espaldas.

- Esta bien, no hay problema, espero tengas un lindo día, sé que puede ser difícil ser nueva y todo eso

- ¿Lo sabes? – Se paró en seco haciéndome golpear ligeramente su espalda

- Uhm claro, me mude aquí cuando cumplí 18 – dije con cautela, mi respuesta pareció resultarle interesante porque me miraba con duda.

- ¿Por qué te mudaste? – pregunto finalmente, sonando más casual de lo que se veía.

- Por…la universidad supongo, pero perdí un año, mi mamá y yo nos fuimos de viaje a Canadá y cuando volví habían pasado las inscripciones – respondí cautelosamente, Shirley lo medito un poco, su repentino interés me causo escalofríos.

- Entiendo – Dijo – Bueno, un placer conocerte Eyre, te veré por ahí – Dio media vuelta y salió deprisa, esa definitivamente había sido una conversación extraña.
Iba llegando a nuestra mesa cuando Bree ya estaba saltando sobre mí, hablándome sobre los increíblemente apuestos vecinos y su muy molesta hermana, al parecer eran 3 hombres, no solo 2 – Eyre  estas distraída ¿Qué sucede? – Pregunto Lucy, obviamente me había perdido en mis pensamientos.

- Nada, quizá no dormí lo suficiente

- Y no lo harás, invite a nuestros nuevos vecinos a cenar – Dijo Bree como si acaba de anunciar que encontró un mapa del tesoro.

- ¿No se supone que odias a su hermana? – Pregunte esperando que el odio hacia esa chica fuera tan grande que cancelara la cena.

- Sí, afortunadamente ella y Tyrone estarán fuera el resto de la semana arreglando algunos asuntos

- ¿Quién es Tyrone? – Preguntó Lucy

- El hermano mayor de los Garnett, es prácticamente la figura paterna de esa familia, todos 
lo respetan mucho, da miedo – Dijo Bree mientras fingía temblar de miedo.

- Y dices que no eres una acosadora – Respondí rodando los ojos, no me podría librar de esa cena pero al menos sería menos incomodo con solo 2 hermanos presentes. 

Inevitablemente mi mente viajo a ayer por la mañana, la extraña conversación que mantuve con Ojos grises, la forma en que me miraba, como si supiera un secreto, como si tratara de reconocer algo en el lugar, ¿algo en mí? Imposible, jamás nos habíamos visto.

Una silueta pequeña llamo mi atención, era Shirley, estaba parada junto al cesto de basura, esperando a alguien posiblemente, momentos después se unió a ella un chico mucho más alto que ella, castaño y con una muy buena complexión física que dejaba claro que le importaba su físico, lo más seguro es que fuera su hermano, intercambiaron algunas palabras y Shirley se veía molesta, el chico la tomo del brazo y la guio cerca del cuarto de servicio de la cafetería, supongo que no quiere que nadie los vea discutir, se armaría un escándalo en su primer día y eso no sería nada bueno, siguieron ahí pero yo ya no podía ver bien sus expresiones para saber si estaban discutiendo aún, el lugar estaba oscuro, muy buen trabajo, así nadie les prestaría atención.

- ¿Qué haremos en tu cumpleaños Eyre?, Hay un nuevo antro a las afueras de la ciudad y todo mundo dice que el ambiente se pone increíble – Dijo Lucy obviamente tratando de distraer a Bree de su enamoramiento espontaneo.

- No lo sé, mi mamá no ha confirmado si lo pasaremos juntas – Respondí vagamente, mientras observaba a Shirley manotear en el aire, juro que estaba a punto de golpear el piso con su pie y cruzarse de brazos mientras hacia un puchero, la simple idea era divertida, eso no me lo perdería por nada.

- Bueno, llámala esta noche y pregúntale, tenemos que planear una salida épica – dijo emocionada, si había algo que a Lucy le gustaba, eso eran las fiestas.

Iba a responder cuando vi un destello de luz donde Shirley y su hermano discutían,  mi primer pensamiento fue que alguien había encendido las luces, lo cual agradecía porque quería saber si todo estaba bien y cotillear mejor, pero entonces la luz fue intensificándose alrededor de Shirley mientras su hermano lucía  molesto,  Un halo amarillo rodeo a Shirley y fue creciendo mientras ella daba respiraciones agitadas como si hubiese corrido un maratón, me frote los ojos “Tienen que estarme jugando una broma” pensé, la Luz en Shirley siguió creciendo y sentí que un extraño calor llegaba a mí, voltee a mi alrededor asustada ero nadie parecía notarlo, ni el calor ni la luz, enfoque mi visión pero no desapareció, Shirley seguía ahí, luciendo como un sol y su hermano seguía viéndola con molestia mientras el calor seguía aumentando al mismo tiempo que su luz se iba extendiendo, no podía aguantar más el calor que quemaba en mi piel, estaba sudando y eso me ponía incomoda, ¿Por qué nadie más lo notaba?, ¿Estaba alucinando?, cuando el hermano de Shirley la tomo por el cuello entre en pánico, ¿Qué pensaba hacerle? Era tan pequeña y frágil, ella dijo algo que no pude leer en sus labios y él la empujo contra la pared, sin poder evitarlo solté un grito, no sé si por Shirley o por el calor delirante que estaba sintiendo, todos voltearon a verme, incluidos Shirley y su hermano, instantáneamente ella se “apagó” y literalmente desapareció, él sin embargo se quedó ahí, observándome, como decidiendo que hacer, hizo un gesto con la mano y salió de la cafetería.

- Eyre ¿Qué sucede?, ¿Te encuentras bien? – Pregunto Bree preocupada, no pude responder, me desmaye.

Nolan


Iba a matarla, iba a jodidamente asesinar a esa estúpida hada de Luz, ella nos vio, no debía ser posible, yo estaba usando Glamour para mantenerme oculto y ella malditamente pudo verme y en la peor de las circunstancias, si vas a ser pillado por los humanos lo que menos quieres es que sea maltratando a una chica, por más molesta y estúpida que esta sea.

-Tranquilo nadie más te vio – Dijo Shirley apareciendo de la nada, vaya cobarde.

-Cállate, nada de esto hubiera pasado si te hubieras centrado en lo que venimos a hacer – 

Encontré a Shirley hace apenas 20 minutos muy acalorada con un humano en el estacionamiento, las hadas jóvenes tendían a ser adictas al sexo, por ello no quería trabajar con una, hubiera preferido venir solo.

- No hizo daño a nadie, al contrario, pienso que hice muy feliz a un mortal, soy una maldita hada, ¿No se supone que es mi trabajo?, ¿mantenerlos felices? – dijo con fastidio.

- ¡No de esa forma Shirley!, sabes muy bien que tenemos permitido divertirnos pero estamos aquí para encontrar a la heredera de Aria Blodearth y llevarla de regreso a la corte mágica.

- ¡¿Por qué es tan importante?! –Dijo exaltada – Aria desapareció hace años y de todas formas no sabemos siquiera si tiene una heredera.

- La tuvo, eso está escrito, solo tenemos que encontrarla – No podía contarle a Shirley todo lo que sabíamos, Aria había sido una de las Wiccans más poderosas de sus tiempos y fue la única sobreviviente de su coven luego de la cacería, luego de eso decidió abandonarnos para llevar una vida normal pero siempre estuvo ayudándonos, nuestra conexión con el mundo mortal son los Wiccans y lamentablemente hay muy pocos desde hace siglos, nos mantenemos estables gracias a Wiccans poderosos pero cuando Aria murió nos debilitamos, el paso al mundo mortal es cada vez más difícil, hemos perdido mucha gente y ambos mundos están marchitándose.

- Pienso que estamos aquí dando vueltas en círculos Nolan, llevamos 5 años buscando a su heredera y no hemos dado con ella, ¿Recuerdas cuando encontramos a la supuesta hija de Aria? ¡Estábamos equivocados!, era la maldita hija de una humana común y corriente. – Cuando recién llegamos aquí seguimos las indicaciones de una vieja bruja para llegar a la casa donde debería vivir la hija de Aria, sentimos una vibración increíblemente alta, estaba seguro que la heredera estaba allí, cuando una noche mande a Shirley a rastrear no había rastro de Aria en la casa, eran humanos normales, quizá mi sensor fue engañado por toda la basura tecnológica que usan.

- Tiene una heredera, cuando era pequeño escuche a mi padre hablar sobre la heredera de Aria, una niña con una vibración energética tan alta y tan pura que toda la comunidad sintió su nacimiento – Recordaba ese día claramente, toda la comunidad y la corte de magia se reunió a realizar un ritual pidiendo por la pequeña, ellos sabían que era nuestra esperanza, suplicaban a los Dioses que la protegieran de los oscuros, si ellos la encontraban la matarían así que mandaron llamar a Aria a la corte, ella juro protegerla y juro que la niña tenía una conexión mística con la madre tierra, el plan era protegerla hasta que fuera mayor de edad y entonces prepararla para desarrollar su magia, Aria jamás revelo donde estaba, no era seguro, murió protegiéndola y ahora nosotros debíamos encontrarla y prepararla.

- ¡Tonterías! – Bufó Shirley – Si ella existiera lo sabríamos todos en el otro mundo.

- Lo saben, solo eres demasiado estúpida para haber puesto atención – Dije mirándola con lastima, las hadas luz odiaban la idea de alguien más poderoso que ellas.

- Tú no sabes nada, maldito mestizo – Dijo con cara de enfado.

- Escucha, no me importa si lo crees o no, estas aquí para ayudarme a encontrarla, hasta entonces compórtate, no quiero que se repita lo de hoy, tuve que usar un hechizo de memoria en la chica para que no recuerde y odio hacerlo – Usar hechizos en humanos era sencillo salvo por el hecho de que debías cuidar sus frágiles cuerpos debilitados por toda esa comida basura y malos hábitos.

- Está bien, está bien, quizá me sobresalte un poco, solo déjame en paz y haré lo que me pidas – Dijo y desapareció.

Esa chica no debió ser capaz de verme pero lo hizo, ella era diferente y tenía que averiguar porque, algunos humanos estaban profundamente conectados con su naturaleza pura, esos eran los humanos que podían sentirnos, a veces vernos, aun así necesitaba descartar que no fuera una infiltrada.

-Se lo que estás pensando – Una melosa voz interrumpió mis pensamientos, Tara.

- ¿Qué estoy pensando? – Respondí indiferente, no sé si ella sabía lo que estaba pensando porque esa no era su habilidad, pero sabía lo que ella pensaba.

- Crees que la chica está en la misma misión que tú – Dijo mientras pasaba sus manos por mis hombros y comenzaba a frotarlos – Tranquilo cariño, vi todo y esa chica definitivamente no es una infiltrada, pero sabes – bajo sus manos por mi espalda hasta mi cintura y descanso su barbilla en mi hombro – hay oscuros en este lugar, deberías poner a esa engreída luciérnaga a trabajar de una vez por todas, Madeline dice que la chica está por cumplir años, ¿Sabes lo que eso significa?

- Que sus poderes se intensificaran – Dije con un suspiro cansado, con oscuros merodeando por aquí todo iba a ser más difícil.

- Así es – Respondió Tara alejándose de mi – Estoy tratando de obtener más información de las brujas pero Shawn me tiene atada, no quiere alertar a nuestros enemigos – Shawn era nuestro gobernante, era quien tomaba las decisiones desde que su padre murió, la reina había quedado devastada y aunque seguía siendo la que debía mantener el otro mundo en orden, había delegado ciertas responsabilidades en su hijo Shawn.

- Averigua todo lo que puedas, cualquier cosa será útil, si Damon mando a sus gatos oscuros a buscar a la chica necesitamos darnos prisa – Dije mientras me alejaba, lo bueno de Tara es que era una gran fuente de información, pero pasar demasiado tiempo con ella tendía a ser exasperante.

- ¿A dónde vas? – Pregunto con fingida inocencia.


- Necesito verificar que la chica despierte, no necesito problemas extra.