9.11.15

Día 9 - 21DDI

DÍA 9: Lunes
La ley del dar.
Dar se basa en ser, ya que sólo puedes dar lo que eres. Esto quiere decir que debes ir hacia tu interior para acceder a tu reserva infinita de inteligencia, fuerza, y dicha. Medita, lee, escribe un diario, sal a caminar, deja que todas tus actividades te lleven a alinearte con tu ser esencial.

“Todo en la vida es, por principio de cuentas, un regalo. Y lo recibes mejor y lo vives mejor si lo recibes con los brazos abiertos”. –Leo O’Donovan

Fluir
A medida que crecemos, a muchos de nosotros nos enseñan que “es mejor dar que recibir”. Sin embargo, es necesario dar y recibir para mantener el flujo del amor, la dicha, y la abundancia circulando en nuestras vidas. Como ejemplo muy sencillo, cada vez que inhalamos, estamos aspirando el oxígeno dador de vida que producen las plantas y los árboles, y cuando exhalamos, devolvemos dióxido de carbono que a su vez nutre a la plantas y a los árboles.

Al recibir, estamos dando. Piensa en toda la dicha que sientes cuando das de corazón y puedes experimentar la dicha ocasionada por admirar la felicidad del destinatario. Imagina cómo te sentirías si rechazaran tu regalo... si detuvieran el flujo de energía.
En el nivel más profundo, dar y recibir son lo mismo: distintas caras del mismo flujo de energía en el universo. Si te causa conflicto recibir regalos, ayuda, halagos o cualquier otra cosa, ten en cuenta las palabras de uno de los seres más generosos e iluminados que haya existido, el Buda, quien dijo:

Puedes buscar por todo el universo, y no encontrar un solo ser más merecedor de tu amor y afecto que tú, y no encontrarás a esa persona en ninguna parte. Te mereces tu amor y afecto, tanto como cualquier otra persona en todo el universo.

Lo que yo entiendo de esto:

Todo aquí lo veo muy claro, quizá puedan pensar que me da pereza escribir o que realmente no me deja nada pero todo esta tan bien planteado que queda poco que añadir, somos un regalo, la creación más perfecta y nuestro ser merece amor, respeto, adoración y cuidado, nuestro cuerpo es nuestro más grande templo y necesitamos cuidar de él.
Por otro lado, a mí personalmente se me complicaba mucho aceptar regalos o halagos, pero he ido aprendiendo  a hacerlo y de verdad es algo muy bonito, la alegría de saber que alguien se toma el tiempo de buscar algo que regalarte, su felicidad de saber que te gusta, es todo un intercambio de energía, una felicidad contagiosa que genera más sentimientos bonitos y refuerza cualquier lazo.

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