DÍA 16: Lunes
La ley del dar
El mejor regalo que puedes dar es dejar
a la gente sintiéndose más ligera de lo que sentían antes de interactuar
contigo. Cuando tu intención es expandir la felicidad, cada acción de dar o
recibir te alimenta y te hace sentir pleno.
“Hoy abriré la puerta de mi calma y dejaré que
los pasos del Silencio poco a poco sean parte de todas mis actividades. Llevaré
a cabo todos mis deberes con serenidad, saturado de paz”. –Paramahansa
Yogananda
Paz
La mayor contribución que podemos hacer
al bienestar de aquellos en nuestras vidas es tener paz en nuestros
corazones. Nuestra condición de ser transmite
expansión o contracción a cada criatura dotada de sentidos entre nosotros.
Cuando nuestros corazones están llenos de gratitud y nuestras mentes están llenas
de entusiasmo, todos aquellos que se cruzan en nuestro camino se sienten un
poco más ligeros que antes de encontrarnos.
A medida que gastamos menos energía
ratificando nuestra propia importancia, tenemos acceso al flujo creativo y
nutritivo de nuestra propia naturaleza. La reverencia a la vida y a poder
simplemente apreciar el regalo de vivir sutilmente les recuerda a los demás que
no se tomen tan en serio. Al cultivar una actitud interna de comodidad y
aceptación, surcamos los inevitables mares de la vida con pasión y asombro.
Sabiendo que en el núcleo de nuestro
ser la vida se mueve de las costas de los comienzos a las de los finales, y de
regreso, puedes relajarte y disfrutar el viaje. Cuando las aguas son
turbulentas, no olvides respirar, y recuérdales a los que están en tu barco que
lo hagan.
Lo que yo entiendo de esto:
¿Alguna vez les ha pasado que conocen a una persona que es tan tranquila, tan serena, que es capaz de transmitirte esa paz con el solo hecho de estar a su alrededor o platicar con ella?, pienso que todos somos capaces de ser así, de encontrar la paz que habita en nuestro interior, aprender a vivir tranquilamente y entonces potenciarla para que esa paz tan grande que somos pueda estar siempre presente en nuestras vidas y enseñar a los demás a sacar a la superficie su propia paz interior, nuestras vidas serán más tranquilas, más amenas, podremos entonces finalmente vivir libres de estrés y todas esas enfermedades del siglo XXI.
Receta:
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