- Aria no puso un hechizo
sobre su heredera – Dijo Melva con voz cansada, Melva era nuestra líder, hija
de una Wicca poderosa y un noble del otro mundo, Melva era poderosa y podía
vivir miles de años pero se enfermaba y sus tiempos de sanación eran más
normales que extraordinarios, pese a todo se veía envejecida y cansada– Aria
hizo que su heredera fuera criada por humanos.
- ¿Sabemos algo más Melva?
–Pregunto Shawn de forma compasiva, Melva era la mano derecha de la corte en
esta búsqueda.
- N0 es su hija –
expresiones de asombro se escucharon por todo el salón, esas eran nuevas
noticias para todos.
- ¿Entonces quién es la
heredera? – pregunto alguien en la fila principal.
- Es nieta de Aria,
encontramos su diario – dijo levantando un gran libro maltratado por los años –
Aria se enamoró de un humano normal y tuvo una hija, según las predicciones la
pequeña debía ser la heredera, ser una bruja poderosa quien debía casarse con
nuestro príncipe para juntos procrear a la niña que vendría a salvar nuestro
mundo y el mundo humano, el ser más poderoso del planeta, pero la hija de Aria
nació con poderes casi nulos, no era la heredera – la decepción de lo descubierto
se extendió por todo el salón.
- Cuando Aria se dio
cuenta de esto – comenzó a hablar Tara esta vez – abandono a su hija con una
familia de humanos, ella se mudó al lado y se mantuvo cerca y al tanto de la
pequeña pero jamás manifestó un poder más allá de unos cuantos hechizos menores
aun con la instrucción de Aria.
- ¿Estás diciendo que Aria
educo a esa niña en cuanto a magia? – Pregunto Meredith, la guardiana del mar.
- Sí, ella confeso a esa
niña ser su madre y le conto un poco sobre su herencia cuando cumplió la
mayoría de edad, la chica lo acepto y practico diariamente pero sencillamente
no había poder en ella – todos estábamos atónitos – cuando Ailish creció y fue
a la universidad conoció al hijo de un poderoso hechicero de Manhattan y se enamoraron,
se embarazo, pero nadie sabía que el hechicero tenia tratos con los oscuros –
Aria había muerto peleando con un hechicero oscuro, logro desaparecerlos del
mundo humano pero llevo toda su energía hacerlo, esa parte de la historia todos
la conocíamos – Cuando la bebé nació y el padre se dio cuenta del poder en ella
decidió entregarla a los oscuros a cambio de la vida eterna, Aria se dio cuenta
de sus planes y se enfrentó a ellos, el resto de la historia ya la conocemos.
- Entonces ¿Cómo daremos
con la heredera?, ¿Sabemos quién es la hija de Aria? –pregunté, esto me dejaba
más lejos de donde estaba.
- Desgraciadamente no –
respondió Melva – ya pusimos a nuestros hombres a trabajar, van a buscar a
Ailish Blodearth, mientras tanto sigue tu trabajo Nolan, ¿Has descubierto algo?
– me debatí entre contarles de los oscuros o no, temía su reacción pero si
ellos trataban algo malo con la corte enterada tendría más posibilidad de
derrotarlos.
- Sí, Brianna y Aidan
Harnett están en la misma ciudad que Shirley y yo, llegaron recién y las hadas
dicen haber visto a Brianna frecuentando Bares.
- ¿Crees que sepan algo
que ignoramos? – Pregunto Melva.
- Sí, no creo que sea
casualidad.
- Averigua que saben o que
buscan –Dijo Shawn – Frecuenta los mismos lugares y personas que ellos y
averigua que otros oscuros están ahí.
Iba a responder pero
Shirley entro volando directamente hasta Shawn, vaya manera de llegar la de esa
hada.
-Su alteza – dijo haciendo
media reverencia todavía en el aire – Los principies oscuros están en la ciudad
y están buscando a la chica – dijo temerosa – estaba buscando a Nolan cuando
los vi salir de la casa de unas chicas, ellos no me vieron porque fui muy
rápida – un atisbo de orgullo lleno su voz, pero los vi entrar a otra casa y se
quedaron ahí, creo que viven ahí y…su alteza – Shawn indico con una mano que
callará.
- ¿Quiénes estaban ahí? –
pregunto Shawn.
- Kieran y Aidan Harnett
salieron de la casa – Respondió más calmada – y en la casa estaban Tyrone y
Brianna.
-Damon mando a toda su
descendencia, debe estar buscando a la heredera, no hay duda…ustedes – dijo
señalando hacia mí y luego a Shirley – Manténganse alerta, tenemos que
encontrar a la chica - asentí y tome eso
como mi señal para marcharme.
Volví al mundo humano y
decidí merodear por la que ahora sabia era la casa de los Harnett, Brianna
discutía con Tyrone en una habitación, nada novedoso, busque a los gemelos,
había una luz encendida en el piso de arriba así que trepe hasta allí y vi a
Aidan hablando solo, no, no hablaba solo, estaba hablando con su madre a través
de una laptop, los oscuros pasaban tanto tiempo en el mundo humano que
adoptaban sus costumbres y parte de ello era la adicción a la tecnología,
gracias a ella podían comunicarse estando lejos, nosotros no la necesitábamos
para comunicarnos. Me acerque un poco más
y vi en la pantalla a una mujer atractiva, no lucia demasiado joven,
esperaba verla mejor conservada pero supongo que el destierro del mundo mágico
envejece a las hadas, Morella había sido alguna vez una de las hadas de mayor
nobleza en el reino, cuando se involucró con Damon creyó que nadie la
descubriría, fue ingenua y ahora aquí estaba, viviendo entre mortales, sin
poderes y sin el amor de su vida, Damon abandono a Morella en cuanto los
gemelos nacieron, cuando fue desterrada estaba sola.
Un movimiento en la casa
de al lado me puso alerta, me gustaría seguir oculto pero ahora que sabía que
los oscuros iban tras la misma presa que yo necesitaba ganarles terrero, deje
el glamour y camine como cualquier chico lo haría en su paseo nocturno,
esperaba que los humanos dieran paseos a la 1:00 am, Bree estaba sentada en el
porche usando unos shorts de algodón rosa y una camiseta con conejitos, no
entiendo cómo es que los humanos tienen tantos problemas para dormir, hace siglos
eso no era probable, me detuve en la acera frente a su casa y trate de
averiguar que estaba haciendo, no lucia triste ni preocupada, estaba a punto de
considerar que pudiera estar enferma cuando levanto la vista y me miro,
prácticamente dio un salto y me dedico una gran sonrisa así que descarte que
estuviera mal.
- ¡Hola Noah!, ¿Qué haces
por aquí? – Dijo mientras se acercaba.
- Hola Bree, no, solo no
podía dormir y salí a caminar, llevo rato haciéndolo – dije interceptándola a
medio jardín.
- Ya veo, pues me da mucho
gusto verte, aquí vivo junto con mis compañeras –dijo señalando la casa con su
brazo – ya sabes, Kat y Ey.
- Jamás pensé que vendría
a toparte en medio de la calle en plena madrugada, ¿Qué haces afuera? – mi
pregunta extrañamente la hizo ruborizarse.
- Yo…uhm…bueno, mi ex
novio me mandó un mensaje de texto diciéndome que me vería aquí – lucia
extrañamente nerviosa – yo supongo que solo estaba jugando conmigo puesto que
no ha aparecido aun – su expresión paso a ser profundamente triste.
- Vamos Bree no te pongas
mal, tienes una energía alegre y vital siempre, no decaigas justo ahora, además
pudimos encontrarnos - ¿Es la clase de cosa que le gusta escuchar a la chicas?
No tenía idea pero me regalo un atisbo de sonrisa.
- Lo sé, él va a casarse ¿sabes?,
es extraño que me siga mandando mensajes de texto, no entiendo que piensa
conseguir, ¡El me dejo! – no se veía resentida por lo sucedido, ella más que
nadie necesitaba paz, su ex la estaba drenando – Lo siento, no debería estar
hablando de esto, ¿quieres conseguir un poco de agua?, apuesto a que caminaste
mucho.
- Claro, vamos –dije
mientras caminaba a su lado hacia la casa, estábamos en la entrada cuando las
brillantes luces de un auto entraron en la casa de al lado, no necesitaba verlo
para saber quién era, Kieran, ¿Sabría Kieran que su gemelo mantenía
comunicación con su madre? - ¿Qué tal salió la cena? – pregunté.
- Fue muy buena,
técnicamente Ey se encerró en su habitación luego de comer pero los gemelos
Garnett son increíbles, la pase genial.
- Deberías ser precavida
–solté sin pensarlo – nunca sabes que malas costumbres pueda tener la gente
nueva.
Entramos a la casa y Bree
fue en busca de agua para mí, me dio tiempo de inspeccionar la casa, no había
ningún indicio de alguna cámara para espiar a las chicas ni alguna clase de
rastro de los oscuros, fueron totalmente educados ¿Quién lo diría?, camine por el comedor buscando cualquier cosa
que me pudiera dar una pista, o cualquier cosa que no me hiciera sentir que
esta búsqueda era inútil, nada, cuando di vuelta para regresar a la sala de
estar lo sentí, era tan suave que podía pasar desapercibido pero ahí estaba,
una energía demasiado alta para ser un humano normal oculta tras una cortina,
me puse alerta, era demasiado suave para saber de dónde provenía así que camine
despacio hasta que la sentí más estable, venia del cuarto de arriba.
- Noah, ¿quieres hielos en
esto? – Dijo Bree levantando el vaso con agua.
- No gracias – Dije
tomando el vaso de sus manos y bebí un poco – En realidad no tenía tanta sed,
pero muchas gracias, debo irme ahora – no di tiempo a que dijera nada más,
tenía una luz y no iba a perderla, corrí por toda la calle para evitar que
alguien me siguiera, luego use glamour para camuflarme y corrí de vuelta a la
casa, no quería llamar la atención de los oscuros usando magia así que trepe
hasta la ventana y entre, no había nadie en la habitación, salí al pasillo y busque
sentir otra vez esa luz pero no lograba encontrarla, camine más al fondo y
entré en una habitación cualquiera sin saber porque, paredes blancas
impecables, muebles de madera y una cama individual, nada inusual, trate de
concentrarme, el lugar estaba lleno de flores, reales y de papel, las flores
reales tenían energía en ellas y eso me distrajo por un instante, había varios
dibujos pegados a la pared y un tablero con un montón de notas y horarios,
intente de nuevo, la chica que dormía en la habitación comenzó a moverse pero
seguía dormida y entonces lo sentí, llego a mi tan intensamente que casi podía
olerlo, me recordaba a mi hogar, me hacía pensar en una vida feliz, sus
vibraciones energéticas eran tan altas, tan puras, tan nobles e imperturbables
pero permanecían atrapadas, rogaban por salir, por manifestarse, pero no iban a
ver la luz, no hasta que ella lo supiera.
- Aria puso un hechizo
sobre su heredera – dije a nadie en particular y camine por la habitación.
Algo llamo mi atención en
la pared, junto a un montón de dibujos de flores y paisajes estaba un símbolo
bastante peculiar, recorrí las finas líneas del circulo con las yemas de mis
dedos, calor emanaba de él, saque mi varita y la puse enfrente del dibujo como
si fuera a dibujarlo por encima con ella, el símbolo comenzó a brillar y
comenzó a salir luz de cada línea, un calor reconfortante llego desde el dibujo
hasta mi brazo, la brújula vikinga era el único símbolo tan poderoso como para
hacer todo el asunto de la luz y solo funcionaba si era realizado por las manos
de una bruja o hechicero, solo de esa forma era capaz de emitir calor al ser
tocado por un objeto del otro mundo.
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